La basura no es un problema

Hasta ahora, la disposición final de la basura ha sido vista como una fuente de problemas. Porque los municipios todavía no terminan de implantar procedimientos que superen un asunto que debía ser sencillo, o por la cultura acumulada, de fácil…

Hasta ahora, la disposición final de la basura ha sido vista como una fuente de problemas. Porque los municipios todavía no terminan de implantar procedimientos que superen un asunto que debía ser sencillo, o por la cultura acumulada, de fácil administración o solución.

Ya conocemos la historia y no tiene objeto repetirla. De lo que hablamos es que hace tiempo que la basura no debía ser un tema en la República, pero las voluntades no han estado bien encaminadas para que sea así.

Ahora escuchamos voces acerca de que la basura no sólo puede dejar de ser un problema, en cuanto a su recolección y destino final, sino que además puede ser una industria, un negocio, una fuente de empleos más allá de los simples recolectores, incluso una oportunidad para el mercado exterior.

Sabemos que con la basura orgánica podemos obtener fertilizantes. Puede ser convertida en energía o simplemente reciclada. Otro tipo de desperdicios igual pueden ser reusados, reducidos para otros usos o reciclados.

Se puede preguntar: ¿por qué no hacemos todo eso? ¡Es tan fácil cuando se quiere! Pero de pronto podemos conformarnos con que hay personas y empresas que le están dando mejor destino que la pura y simple quema en los vertederos.

elCaribe revela hoy que desde el país están saliendo desechos plásticos, papel, cartón y aluminio, normalmente estimados como basura, que representan no menos de 30 millones de dólares al año. Esos desperdicios pudieron terminar en un crematorio de baja categoría.

Pero hay más, esos 30 millones de dólares apenas constituyen un 8% de todos los desperdicios que podemos reusar, reducir o reciclar, a un costo bajísimo.
¿Por qué no lo estamos haciendo desde hace tiempo, y con mayores volúmenes? Nuestras viejas y actuales autoridades municipales tienen las respuestas.

Hasta ahora hablamos de los beneficios contables del reciclaje, pero hay otros colaterales. Si manejamos mejor la basura, como un activo, economizaríamos en medicina. Menos enfermedades de todo tipo, más calidad en los drenajes, menos inundaciones, en fin, cambia la vida.

Depende de buenos alcaldes y de personas emprendedoras.

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