Santiago. Los enfrentamientos que libraron hace un mes el alcalde Abel Martínez y el director de Coraasan, Silvio Durán, fueron retomados a solo días de iniciar el 2018.
Por segunda ocasión, la Alcaldía de Santiago dispuso cerrar la estafeta de cobro que operaba la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Corassan) en el edificio del Ayuntamiento de este municipio en el primer nivel.
Desde mediados del pasado año, Durán y Martínez protagonizan una lucha que primero comenzó en las redes sociales y que terminó en los tribunales con demandas por retención de recursos y contrademanda para exigir pagos.
La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago alega que el ayuntamiento mantiene una deuda acumulada de 185 millones de pesos que data desde 1999 hasta el 2017, mientras que el cabildo reclamaba cerca cien millones de pesos por retención en el cobro de arbitrios de basura que se hace a través de la Coraasan.
