Dice reclutas no dijeron a tiempo sus dolencias

El director del Departamento de Sanidad Militar, de la Primera Brigada de Infantería de la Comandancia del Ejército de la República Dominicana, dijo que las ocho que fueron ingresadas en centros de salud tras presentar supuestos indicios de la afectación denominada “choque de calor” no informaron a tiempo sobre sus dolencias.

El director del Departamento de Sanidad Militar, de la Primera Brigada de Infantería de la Comandancia del Ejército de la República Dominicana, dijo que las ocho que fueron ingresadas en centros de salud tras presentar supuestos indicios de la afectación denominada “choque de calor” no informaron a tiempo sobre sus dolencias.

En ese sentido, Marcelo Puello defendió el protocolo que se sigue en los entrenamientos, especialmente en el Campamento Militar 16 de Agosto, donde pertenecen las jóvenes que oscilan en edades entre los 19 y 24 años, e indicó que existe una estricta vigilancia desde el punto de vista militar y sanidad.

Puello manifestó que la situación se agravó debido a que las jóvenes no expresaban sus dolencias a los médicos que las revisan por miedo a que las expulsaran.

“Se da la alerta con cinco conscriptas que en ese momento empezaron a tener sintomatologías desde el día anterior, pero cuando el médico las investigó, ellas no lo dijeron. Se incrementaron los síntomas y las dejó en evidencia y entonces se da la alerta”, explicó el militar.

Agregó que al ver ese cuadro las llevaron al Hospital Central de las Fuerzas Armadas donde fueron ingresadas para iniciar un proceso de rehidratación un poco más avanzado. Además examinaron a las casi 180 reclutas y descubrieron que algunas de ellas también estaban deshidratadas.

Descartó que el cuadro se haya presentado por la falta de agua potable y aseguró que cada una de las jóvenes son dotadas de cantimploras con el líquido durante los entrenamientos y que en cada una de las líneas hay agua disponible, así como en los cuarteles que duermen.

“El problema de la hidratación no vino por la falta de agua, porque en cada una de las líneas donde el personal se mueve hay agua potable suficiente y a cada una de ellas se le coloca en la cintura una cantimplora para poder mantener la disponibilidad de agua en cada uno de los movimientos que cada una tiene que hacer dentro de su rutina”, sostuvo Marcelo Puello.

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