Luego de ver los tres imparables de José Ramírez este domingo. Bajé al terreno con tres preguntas simples en mente.
¿Quién eres? ¿Cómo llegaste aquí? ¿De dónde vienes?
Las 165 libras de Ramírez, encerradas en 5 pies y nueve pulgadas, hacen pensar que es un pelotero común.
Pero este banilejo que cumplió 20 años en septiembre pasado es dueño de un talento especial.
Jugó y se desarrolló en el programa de Enrique Soto, quien manejó su firma al profesionalismo en 2009.
Todo comienza con unas fuertes muñecas y contacto prodigioso que le han permitido batear sobre .300 en cada liga que ha jugado en dos temporadas como profesional.
Además es un excelente defensor de las paradas cortas y un corredor veloz.
Ramírez pertenece a los Indios de Cleveland y solo ha jugado a nivel de clase A media en los Estados Unidos.
Los Toros lo escogieron en la segunda ronda del último sorteo de la Liga Dominicana.
Programado para el futuro, Ramírez irrumpió en el presente de los Toros en base a trabajo. Cuenta que el ex dirigente de los Toros Eddy Díaz le cogió cariño al verlo “joseando” en las prácticas.
Bateó .312 con 22 anotadas y 22 remolcadas en 38 juegos de serie regular.
Este verano fue promedio fue de .354 en 67 juegos a nivel de Clase A media.
En 2011, su average de .325 fue el mejor del sistema de fincas de los Indios de Cleveland.
Tengo mis respuestas: José Ramírez es un pelotero joven con un corazón grande que salió de Baní para trascender y llegó a los Toros por esa relación de suerte y talento que todos necesitamos sin importar nuestra profesión u oficio.
