Michel Temer, presidente de Brasil
Michel Temer, presidente de Brasil

 SAO PAULO— El presidente Michel Temer declaró el viernes que una pesquisa por corrupción en su contra es una “persecución criminal”, y pidió el fin de las filtraciones a los medios después de que un reporte noticioso insinuó que él usó a su esposa y a su hijo pequeño para ocultar ganancias ilícitas.

La investigación acerca de si Temer aceptó un soborno a cambio de firmar un decreto favorable a los operadores del mayor puerto de Brasil es sólo una de una serie de acusaciones de corrupción que sacuden la política del país. A principios de este mes, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva comenzó a cumplir su sentencia de cárcel después de haber sido declarado culpable de aceptar sobornos. Una amplia pesquisa por corrupción ha provocado la caída de muchos otros políticos y ejecutivos.Temer ya ha sido acusado de corrupción en dos ocasiones, pero en ambas el Congreso votó para que no se le enjuicie mientras sea presidente. Luego, en septiembre, el máximo tribunal de Brasil autorizó una investigación sobre el decreto del puerto, lo que deja abierta la posibilidad de que pudiera enfrentar cargos por tercera ocasión.

El periódico Folha de S. Paulo reportó el viernes que la policía federal que trabaja en esa investigación sospecha que Temer ocultó el presunto soborno al adquirir propiedades que están a nombre de parientes, incluidos su esposa y su hijo de 9 años. El diario no nombró su fuente, y la policía no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

En un discurso televisado organizado a toda prisa, Temer dijo que las acusaciones son mentiras y criticó el hecho de que se haya implicado a su familia.

“Sólo una persona irresponsable, una persona mal intencionada, se atrevería a involucrarme a mí, a mi familia, a mi hijo de 9 años, como lavadores de dinero”, dijo a los periodistas. “¿En qué mundo estamos? Les digo, señores, es increíble, es repugnante”.

Dijo que la pesquisa y las filtraciones son una “persecución criminal que se hace pasar como una investigación”.

Indicó que sus ingresos de más de 60 años han proporcionado dinero más que suficiente para justificar las compras que hizo, pero también se presentó como un servidor público modesto que se apegó a las reglas.

“No tengo una casa en la playa, no tengo una casa de campo, no tengo un apartamento en Miami”, afirmó, en una explicación que corre el riesgo de parecer desconectada de la realidad en un país donde incluso ser dueño de una residencia no es más que un sueño para muchos y viajar al extranjero algo completamente fuera de su alcance.

Expresó también su consternación de que la prensa recibió información que le fue denegada a su propio equipo defensor, según dijo. Indicó que le “sugeriría” al ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, que investigue el origen de las filtraciones. Los medios de comunicación brasileños reportaron que Jungmann ordenó esa investigación horas más tarde el viernes.

No es la primera vez que Temer recurre al espectro radiofónico para declarar su inocencia. Su gobierno se ha visto agobiado por acusaciones de corrupción y escándalos desde que él asumió el puesto en 2016. En el curso de una de las investigaciones previas por corrupción que lo involucran, los investigadores grabaron a uno de sus asesores mientras portaba una maleta con unos 150.000 dólares en moneda local que según la policía era un soborno destinado al presidente. Temer rechaza esa acusación.

Los cargos contra el mandatario en ese caso y en otro están suspendidos después de que el Congreso votó a favor de que no se le enjuicie mientras ocupe el puesto. Sin embargo, podría tener que enfrentar dichas acusaciones cuando concluya su mandato.

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