El Monumento al Grito de Capotillo en Dajabón, y el de los Héroes en Santiago, evocan los hechos históricos de la gesta restauradora que mañana cumple 155 años

Cada año, el pueblo dominicano celebra con orgullo el 16 de agosto, porque más que un día festivo, mañana se conmemora el 155 aniversario de la Guerra de la Restauración. Este movimiento popular y nacional, que ocurrió entre 1863 y 1865, devolvió a República Dominicana su independencia luego de que Pedro Santana proclamara la Anexión a España en el año 1861. Hoy, ese sacrificio de los héroes restauradores es honrado en monumentos que representan un gran valor histórico, patrimonial y arquitectónico para nuestra sociedad, como lo son: Monumento al Grito de Capotillo, en la provincia Dajabón y el Monumento a los Héroes de la Restauración, en Santiago.

Según los historiadores, estos santuarios enaltecen la lucha de los héroes restauradores, como lo fueron Gregorio Luperón, Ulises Francisco Espaillat, Gaspar Polanco, Santiago Rodríguez, Benigno Filomeno de Rojas, Benito Monción, Federico de Jesús García, José Antonio Salcedo, José María Cabral, Lucas Evangelista de Peña, Máximo Grullón, Pedro Antonio Pimentel, Pedro Francisco Bonó y Ricardo Curiel.

Símbolos históricos

El Monumento al Grito de Capotillo se inauguró en el año 1986, durante el mandato de Salvador Jorge Blanco, con la finalidad de honrar la memoria de los héroes de la Restauración, en su escenario original, el distrito municipal Capotillo, en la provincia Dajabón, puesto que fue allí donde se lanzó el llamado “Grito de Capotillo”, que marcó la gesta. Este se encuentra en una área montañosa próximo a Loma de Cabrera, municipio de la referida provincia. La obra cuenta con múltiples espacios que invitan al visitante a conectarse con la historia.

Otro en honor a los héroes patrióticos es el Monumento a los Héroes de la Restauración, en Santiago, sello distintivo de la Ciudad Corazón, el cual, de acuerdo a los historiadores dominicanos, fue construido en el año 1953, por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina como un monumento en su honor, por lo que fue denominado en aquel entonces Monumento a la Paz de Trujillo.

Tras la muerte del tirano, en 1961, su nombre fue cambiado a Monumento a los Héroes de la Restauración, que es el que se conserva hasta ahora, y que hoy rinde homenaje a quienes lucharon para devolver la soberanía tras la Anexión a España.

El monumento, de setenta metros de alto y construido parcialmente en mármol, fue diseñado por Henry Gazón Bona. Está localizado sobre una colina, que se considera el centro de la provincia de Santiago. En su cima, se alza una estatua de grandes proporciones, denominada “El Ángel de la Paz”.

Según describe el portal guiarepubliacadominicanablogspot.com, éste cuenta con estatuas y murales conmemorativos que exaltan la identidad dominicana. Las plantas bajas constituyen un museo a la dominicanidad y resultan atractivas no solo por las pinturas, murales y esculturas que están expuestas allí, sino por su propio diseño interior y ornamentación en base a una serie de cornisas de artesón, en armonía con toda la obra, complementadas con elegantes columnas, así como pisos y zócalos de mármol. Posee cuatro pisos y en el más alto se encuentra una biblioteca patriótica abierta al público y una terraza que ofrece una vista panorámica del lugar.

El Monumento al Grito de Capotillo fue inaugurado en el año 1986 durante el mandato del presidente Jorge Blanco.

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