El dolor de espalda podría ser un síntoma, por ejemplo, de espondilitis anquilosante, una enfermedad del sistema inmune que causa dolor e inflamación en las articulaciones.

Dolor crónico en la espalda baja, rigidez y alivio con el movimiento, son algunas de las características de este tipo de artritis inflamatoria.

Este tipo de padecimiento afecta a la población en edad productiva. Por ejemplo, las personas que duran jornadas extensas sentadas justifican el dolor por la postura frente a la computadora. En el caso de los choferes, estos encuentran que las largas horas conduciendo es lo que le afecta la espalda. En lo expuesto, los afectados no asocian el dolor a una enfermedad ni al funcionamiento inadecuado del sistema inmunológico, explicó el director de área terapéutica para inmunología de Novartis en Centroamérica y el Caribe, doctor Paolo Tassinari.

“Ataca principalmente a pacientes entre 17 y 35 años. Y aunque el dolor de espalda entre la población general es un padecimiento común, la variedad de las causas de esta molestia es amplia. La mayoría de las personas relacionan el dolor de espalda con un dolor muscular o con lesiones por golpes o caídas”, dijo Tassinari. La espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica en la que se inflaman los ligamentos de la columna vertebral y que en ocasiones causa la rigidez y pérdida de los movimientos. La inflamación produce dolor y rigidez que usualmente comienza en la espalda baja y podría progresar hacia la parte superior de la columna, el pecho y el cuello.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico temprano es indispensable para obtener el máximo beneficio posible del tratamiento y los programas de rehabilitación. Para controlar los efectos de la espondilitis anquilosante, el paciente debe cuidar su alimentación, contar con un buen entorno laboral y familiar, continuar con los controles clínicos, consumir su tratamiento, mantener un buen estado de ánimo y no fumar.

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