Madrid. River Plate, con un gol del colombiano Juan Fernando Quintero en la prórroga y otro de Pity Martínez en elúltimo instante, se impuso ayer en la final de la Copa Libertadores por 3-1.
Con esta conquista, River Plate logró el título más ansiado y tocó el cielo en Madrid, desde donde partirá hacia el Mundial de clubes para completar un ciclo mágico.
En un partido con poco fútbol, que ni de lejos se acercó al juego de la ida, River tuvo el carácter para levantar un gol en contra que no supo resguardar Boca. Todo se decidió por un golpe de clase de Quintero, el proyecto de gran estrella que nunca alcanza la regularidad necesaria pero que es capaz de conducir a su equipo a la conquista de cualquier título.
Nadie mejor que Quintero, el más impredecible, capaz de desaparecer durante muchos minutos o sacar de la chistera un disparo a la escuadra para coronar una gesta como ayer.
