Jenrry Mejía habla con elCaribe sobre su suspensión de por vida y lo mucho que sufrió hasta volver a obtener un contrato

Jenrry Mejía estuvo suspendido de por vida, pero en su fe de regresar al béisbol profesional jamás se perdió un día de trabajo. Hubo noches muy largas, días terribles. Sin duda. No obstante, el nativo de Tabara Arriba, Azua, asumió su responsabilidad y no paró de prepararse.

“He aprendido bastante. De los errores se aprende, pero me mantuve enfocado, trabajando y nunca bajé la cabeza”, dijo a elCaribe el serpentinero derecho de 29 años de edad, que acaba de firmar un contrato de liga menor con Boston.

“Hubo momentos en los que nadie creyó en mí. Solo tenía el apoyo de mi familia y pasaron momentos en los que llegué a pensar que no volvería a jugar, pero me agarré de Dios, ese es el más fuerte, y aquí estamos”, comentó.

Mejía tiene en su registro tres sanciones por esteroides, incluida una en 2016 que era por el resto de sus días. Apeló dos años después ante las Grandes Ligas, cuyo comisionado le dio una nueva oportunidad. “Todo el mundo sabe lo que pasó y lo más fuerte fue lo de la suspensión (de por vida). Yo pensé que al menos seguiría lanzando aquí en la pelota invernal, pero el Licey me dejó libre hasta que los Toros me dieron ahora una oportunidad que agradezco bastante”, narró Jenrry, quien debutó en las Mayores el siete de abril de 2010 con la organización de los Mets de Nueva York.

Se manifiesta como el primer sorprendido porque Boston le diera un pacto, aún sea de liga menor. “Cuando mi abogado (Peter Greenberg) me dijo Boston, me llamó la atención. Había uno que otro equipo interesado, pero una cosa es que pregunten o vean en la forma que estás y otra que te den un contrato”, señaló Mejía, el primero en reconocer que le espera una montaña dura de escalar.

“No me importa que me manden a Doble A o a Triple A, vamos a trabajar fuerte y a seguir concentrados. Lo único que puedo controlar es lanzar bien”, dijo Jenrry, cuya última estadía en las Grandes Ligas fue en julio de 2015.

También está preparado por si le vociferan términos fuera de tono relacionados con su suspensión. “Ya aquí me dijeron algo, tecato me dijeron. No importa, no voy a pelear con nadie. Solo pierdo yo si le hago caso a eso”, comentó.

El criollo recibió un contrato de un año que le daría 625 mil dólares si es agregado a la nómina de 40 hombres de los Medias Rojas y 90,400 dólares si se queda en las menores, según publicaron este lunes varios medios internacionales.

Cambios en su entorno

Padre de tres, Mejía valora los consejos recibidos de su madre, Fidelina Ciprián (Daysi), y de su entrenador, Félix Mena, en las horas difíciles de su suspensión. “Aprendí muchas cosas. Cuando estás arriba todo el mundo te quiere, todo el mundo es tu hermano. Todo el mundo te ama, hasta los hombres te aman.
Pero cuando caes y la gente comienza a decir que no volverás de nuevo a ser lo de antes, ahí te das cuenta. Pero Dios te quita lo que es malo para ti y te da cosas mejores”, dijo.

Mejía reconoció que ahora “ando con menos personas. El entorno es más pequeño y salgo mayormente con mi familia o con personas como mi entrenador”.

Su voz refleja a un hombre muy consciente de la oportunidad que acaba de recibir. “Ahora es que viene lo bueno y lo mejor es que sé para donde voy y sé con quién iré”, dijo Jenrry, quien ha vuelto a ver luz al final del túnel.

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