No es un soplo la vida, de Daniel Beltré López

Mientras el silencio arropa a los poetas “consagrados y laureados” que tanto figurearon durante las décadas de los ochenta y noventa, voces auténticas alejadas de capillas y cenáculos vienen a maravillarnos con la estética de sus versos, como una demostración de que en el siglo XXI el reino del poema se hace fuerte y solo los valientes lo arrebatan.

Mientras el silencio arropa a los poetas “consagrados y laureados” que tanto figurearon durante las décadas de los ochenta y noventa, voces auténticas alejadas de capillas y cenáculos vienen a maravillarnos con la estética de sus versos, como una demostración de que en el siglo XXI el reino del poema se hace fuerte y solo los valientes lo arrebatan. En medio de la miseria espiritual de la postmodernidad, viene como brisa fresca el libro No es un soplo la vida, del abogado y poeta Daniel Beltré López, quien por el bajo perfil que mantiene en la comunidad literaria criolla, sugiero a críticos y lectores que presten atención a su obra, a fin de colocarla en el lugar que se merece.

Visiblemente sorprendido con sus hallazgos, el prologuista Ramón Constanza observa que el autor “hurga en su memoria y desteje experiencias, impresiones, visiones y recuerdos”, que le sirven de materia prima para la creación poética. “Después que las tiene despejadas, ¿cómo decirlas? ¿Cómo comunicárselas al lector? Y es ahí en donde se conoce a un verdadero poeta: Beltré las dice con ingenio, con encanto, con lirismo. Cada uno de sus versos es como masa informe de piedra que cobra vida con el trabajo del cincel de la palabra que le da forma”, señala.

García Márquez escribió que “la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”, criterio que se evidencia en los textos de Beltré. “Último sábado”, es un canto a lo permanente en la memoria: “Este no es un sábado cualquiera/ Lo he visto hacer de Cirineo./ Lo he visto llenar sus hombros/ con las cargas de un viernes inmerecidamente vencido./ Es como si hubiera nacido sin autonomía,/ endeudado antes de llegar a ser./ Este sábado será largo…/ Este sábado no es un sábado cualquiera./ Será eterno,/ como fuego votivo;/ pero sus llamas no podrán expandirse./ Las detendrán las flores.”
No es un soplo la vida, nos mintió el tango.

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