“Cuando un amigo se va/queda un espacio vacío/que no lo puede llenar/la llegada de otro amigo”. Con su eterna canción “Cuando un amigo se va” y otros invaluables clásicos de su repertorio, el mundo despide a “El gran cantautor de las cosas simples”, Alberto Cortez.

En la República Dominicana el impacto de la noticia sobre su muerte no se hizo esperar. Su casa en el Caribe, como decía siempre, lo recibió innumerable veces a lo largo de su carrera, siendo uno de los países más visitados por el artista nacido en Rancul, La Pampa (Argentina).

La última vez que cantó en Santo Domingo fue el 21 de noviembre de 2014. En esa ocasión dijo que “sigo cantando porque no tengo otro remedio, porque no soy más feliz fuera del escenario que en el escenario. Soy un hombre feliz en el escenario y creo que eso se nota…no sé, al menos a mí me lo parece. Salgo a cantar al escenario como si fuera el patio de mi casa y tuviera a mi madre, a mis tías, sentados al sol de la tarde, a lo mejor escuchando mis canciones. Me siento muy, muy bien, muy contento y me siento realizado en ese sentido…parece ser que lo que escribo y lo que hago vale la pena”.

Aquí no solo encontró grandes amigos y un público delirante por sus canciones, esas que empezó a componer a los 12 años (tenía 438 obras registradas en la Sociedad General de Autores y Editores -SGAE-), sino también que en este territorio fue objeto de distintos reconocimientos, tales como los galardones a la excelencia de su carrera que les entregaron los ministerios de Cultura y de Turismo (2014). “Nos unimos al dolor que embarga al mundo hispano, en especial a América Latina, por la pérdida de uno de sus estandartes musicales, como lo fue Alberto Cortez”, manifestó ayer el ministro de Cultura, Eduardo Selman, a través de un comunicado.

Alberto Cortez siempre reconoció la gran admiración que le tenía la República Dominicana. En múltiples entrevistas recordaba que cada vez que venía al país una cita obligada era compartir por espacio de más de dos horas con el doctor Joaquín Balaguer en su biblioteca. El fallecido expresidente era uno de sus más fieles y grandes admiradores.

De hecho, era muy conocedor de la historia política y artística dominicana, de figuras como el escritor Juan Bosch y de voces como la de Maridalia Hernández, a quien le escribió la canción “Una”.

En esta media isla también tenía un devoto de sus canciones y de su calidad humana como el Gran Soberano, Sergio Vargas. “El Negrito de Villa” grabó en compañía de Cortez” la pieza “Un cigarrillo, la lluvia y tú”. Años después escogería “Piel de luna” para rendirle homenaje al artista argentino, quien en su larga trayectoria colaboró con figuras de la talla de Facundo Cabral, María Dolores Pradera, Joan Manuel Serrat, Ricardo Miralles y Ricardo Arjona.

Otro de sus grandes amigos que cultivó en el país por más de treinta años era el ingeniero Pedro Delgado Malagón, un amante y cultivador ferviente de la buena música.

A este público dominicano que siempre le adoró le expresó, el mismo día de su cumpleaños, el 11 de marzo pasado, que era “un privilegio haber llegado a esta edad y, además, de poder contarlo, tener aún ilusiones y deseo de seguir escribiendo y contar con gente como todos ustedes que lean y escuchen aún mi música y compartan mi alegría de que así sea”.

“Siempre recuerdo lo afable y la alegría de la República Dominicana, recibir el reconocimiento del Ministerio de Cultura, en mi pasada visita, de la mano de la talentosa Maridalia Hérnandez, a quien tuve oportunidad de escribirle una canción y compartirla. Fue un gran momento, del cual les estaré siempre agradecido. Como siempre digo, venir a Santo Domingo es como cantar en el patio de mi casa”, dijo hace pocos días el cantautor de “Las cosas Simples”, como también se le conocía, cuando promovía el concierto que no llegó a ofrecer en el Teatro Nacional, el pasado 29 de marzo.

“Admiración de toda la vida es la gran motivación que me llevó a tener el gran honor de presentarlo en nuestro país para que el pueblo dominicano, sobre todo sus adeptos, disfrutaran de su calidad integral. Compositor de gran sensibilidad y uno de los intérpretes más histriónicos de todos los tiempos, una gran pena nos embarga ante tan terrible noticia, la cual nos evoca su formidable canción ‘Cuando un amigo se va’”, expresó el empresario artístico Néstor Caro, quien era el responsable del recital que Cortez no llegó a ofrecer en el Teatro Nacional el pasado 29 de marzo.

Alberto Cortez tenía toda la ilusión de seguir cantando, pero horas antes de tomar un avión en el aeropuerto de Madrid, con destino hacia Santo Domingo, su estado de salud tuvo una recaída de la que no pudo levantarse.

Cortez falleció a causa a de unas úlceras hemorrágicas en el estómago.

Capilla ardiente se abrirá hoy en la sede de SGAE

La capilla ardiente de Alberto Cortez, fallecido este jueves en un hospital madrileño, donde había ingresado el pasado 27 de marzo, se abrirá hoy en la sede de la española Sociedad General de Autores y Editores, informaron a Efe fuentes de la entidad. El velatorio de los restos de Cortez, fallecido a causa de unas úlceras hemorrágicas en el estómago, se abrirá en horas de la tarde, según las mismas fuentes de la SGAE, que se une “al dolor de su familia, amigos y allegados en estos difíciles momentos”. El compositor de temas míticos de la música en español como “Un rincón en el alma”, “Distancia” o “Callejero” ingresó de urgencia en el hospital y falleció a consecuencia de unas úlceras gástricas cuya cura se complicó.

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