Juego de Tronos

Westeros es la región donde ocurren los acontecimientos en una piscina de sangre. Para quien no la ha visto, se pierde el formidable encanto

Westeros es la región donde ocurren los acontecimientos en una piscina de sangre. Para quien no la ha visto, se pierde el formidable encanto que produce su bien estructurada narrativa con varias líneas argumentales que cuenta fantasías del medioevo, siendo que la principal característica eran las invariables guerras, punto a destacar en la serie; se diferencia en no tratar que las guerras perseguían riqueza y crecimiento económico, siendo que el tratamiento es shakespeariano, es decir que se vale del “efecto Shakespeare” (convertir verbos en sustantivos y sustantivos en verbos aumenta el efecto dramático de las palabras sin que se deje de percibir su significado). Su impacto es similar a las narrativas de películas como Forrest Gump, El club de los poetas muertos, Rocky, o el clásico filme The Shawshank Redemption con Tim Robbins y Morgan Freeman. Pero también tiene que ver y mucho con las escaramuzas ideológicas del cine del neoliberalismo, donde se estimula a coexistir en un cosmos de pugna sistematizada, inmoviliza las relaciones sociales a un patrón idiotizado, aviva a que se argumente con diferencias infinitas. Es exactamente la norma de existencia que rige las políticas públicas, las relaciones económicas mundiales, y que modifica la subjetividad. Todos asuntos complementarios de la nueva razón del mundo anacrónico: pos verdad. Todas las líneas argumentales se dirigen a la metáfora del emprendedorismo, en tácticas y estrategias, conductas y posturas de actitudes para vencer. No hay diálogos, o estos se reducen a fórmulas que se alejan de un dialogo para entenderse, a un dialogo para desentenderse. Las réplicas de escenas nadan sobre quién tiene cojones y quién no (constante en las series); pero también hay aquella posición no guerrerista de adaptabilidad y la resiliencia (armas características de Tyrion) parlamentando de las espadas que no logran conquistas, pero que sí logra un líder apenas con palabras, con arenga, con máximas pomposas. Eso funciona bien en una serie o película y hasta en discursos políticos, pero no en la realidad donde las frases no satisfacen intereses sino que los intereses se conmutan y se tratan para llegar a pactos, y esto es lo que mediamente ocurre en la temporada final donde hay un enemigo común a todos: un ejército de muertos; una nueva categoría de zombis. Y ahí es donde surge lo que Epicuro entendía cómo el miedo a morir es la principal fuente de ansiedad y aprensión. Juego de tronos es Juego de Egos.

HHHH Género: Serie de TV. Fantasía de la Edad Media.

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