Caracas. El gobierno de Venezuela aseguró ayer haber desbaratado un plan de golpe de Estado que incluía el asesinato del presidente Nicolás Maduro, así como la proclamación de un general retirado como mandatario.

Al hacer el anuncio, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, afirmó que “Estuvimos en todas las reuniones para planificar el golpe de Estado, estuvimos en todas las conferencias”.

Horas más tarde el presidente Maduro advirtió que será “implacable” si ocurre un intento de “golpe fascista” y amenazó con radicalizarse, tras reiterar la denuncia de un supuesto plan conspirador que habría sido desmantelado la semana pasada.

Durante un acto junto a militantes del chavismo, transmitido de manera obligatoria por radio y TV, Maduro advirtió: “seríamos implacables en una contraofensiva revolucionaria a un intento de golpe fascista”.

Y enfatizó que “lo que puede venir, no lo tomen como advertencia o como amenaza, lo que puede venir es una revolución más radical, una revolución más profunda”.

Maduro informó que las autoridades están capturando a los militares activos y retirados, funcionarios policiales y civiles que participaron en este supuesto plan golpista y que habrían operado desde Colombia, Estados Unidos y suelo venezolano.

“El ministro (de Comunicación) Jorge Rodríguez apenas ha mostrado el 1 % de todo lo que tenemos”, dijo al referirse a la rueda de prensa sobre el caso que el funcionario ofreció más temprano este mismo miércoles.

Maduro aseguró disponer de “más de 56 horas” de grabaciones de los involucrados en el supuesto complot y que, tras un largo seguimiento de 14 meses, dio “la orden de detenerlos a todos”.
Atribuyó el fracaso de este fallido levantamiento a “la tremenda moral y conciencia de los oficiales, del 99,99 % de la oficialidad del país”.

Venezuela atraviesa un período de tensión política.

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